300 metros bajo tierra, el corazón late fuerte.
Arrancando el oro negro, con orgullo, las uñas y los dientes.
Jornadas enteras sin ver la luz, explotados por un sucio patrón,
sin remordimientos del sufrimiento de esos obreros, mis compañeros.
¡Corazón minero, corazón de fuego,
resiste, aguanta compañero!
¡Corazón minero, corazón de acero,
tu lucha no se olvidará jamás!
¡Corazón minero, corazón de fuego,
resiste, aguanta compañero!
¡Corazón minero, corazón de acero,
tu lucha no se olvidará jamás!
Estalla el conflicto a la mañana siguiente,
diez compañeros despedidos, organizamos el contraataque.
Las seis de la mañana, veinte ruedas cortan la carretera.
Comienzan los disturbios, los GRS deciden cargar.
¡Corazón minero, corazón de fuego,
resiste, aguanta compañero!
¡Corazón minero, corazón de acero,
tu lucha no se olvidará jamás!
¡Corazón minero, corazón de fuego,
resiste, aguanta compañero!
¡Corazón minero, corazón de acero,
tu lucha no se olvidará jamás!
Tu lucha no se olvidará
Tu lucha no se olvidará jamás!
Tu lucha no se olvidará
Tu lucha no se olvidará jamás!