Corrían los 80 cuando ocho veces tocaste la gloria,
tu puño dominaba Europa, mientras el resto besaba la lona.
Todo un barrio haciendo suyas cada una de tus victorias,
eras el orgullo en la calle, siempre grabado en nuestra memoria.
Tan cerca de la gente, que esos mismos acabaron contigo,
exprimiendo tu nobleza hasta dejarte sin conciencia.
Un combate a puntos, resistiendo sin tambalear,
fue lo que cavó tu hoyo empujándote hacia la cruda realidad.
Hijo de un caballo blanco, nació un potro ganador,
que los golpes de la vida, fueron su peor dolor.
Hiciste que el veneno pudriera tu corazón,
y lo que no pudieron otros, lo hizo ese cabrón.
Recibiendo esta vez, golpe a golpe el veneno en tu vena,
mirando la vida de frente, te has levantado una y otra vez.
Los golpes de la vida, nunca consiguieron noquearte
y es que Potro tú te has levantado una y otra vez.
Toda la vida serás un ídolo en nuestro barrio,
Una vida truncada por una clase que no es la tuya
el heroe que a si mismo se derrotó
Hijo de un caballo blanco, nació un potro ganador,
que los golpes de la vida, fueron su peor dolor.
Hiciste que el veneno pudriera tu corazón,
y lo que no pudieron otros, lo hizo ese cabrón.
Hijo de un caballo blanco, nació un potro ganador,
que los golpes de la vida, fueron su peor dolor.
Hiciste que el veneno pudriera tu corazón,
y lo que no pudieron otros, lo hizo ese cabrón.