Encerrado entre muros, bajo llave y unas rejas,
amordazado, sin derechos, masacrado y humillado.
Es tu vida, es tu muerte, es tu celda, es tu tumba.
Silenciado, condenado, secuestrado y torturado,
separado, dispersado, aislado, en tu infierno.
No se ajusta al sistema, quien se sale de la red,
Estás atado de pies y manos, arrodillado y ahogado,
con valor, con principios, con coraje y con orgullo
Es el odi, gorrotoa, con xenreira, es el odio.
Con tu gente, con sus voces, con su aliento y con sus gritos.
Reconocí mi propia identidad, y se borraba mi rostro en la penumbra.
La libertad es un estado mental, y resistir me aleja de la tumba.
Rayo de luz, la solidaridad, puño de hierro que golpea las columnas.
No seré yo el último en llorar, en las mazmorras se fragua la conjura.
Esperabas sumisión y encontraste rebeldía, veneno en nuestras venas con-tra la hipocresía.
Es la cruda realidad que nos hacéis sufrir, buscando la desidia, aniquilando a las familias.
Nuestra mano no alcanza la esperanza que nos quitáis,
sumando sufrimiento a nuestra tortura,
hablando de paz y no en su dirección,
dejándonos morir, solos en vuestras celdas,
anhelando el olor de nuestro pueblo.
Presos de la soledad y de la amargura,
ser moneda de cambio de un puñado de votos.
Otra vuelta a la tuerca, apretando otro día,
con el único objetivo de buscar el sufrimiento.
Sois fascistas camuflados en democracia,
amparados en la sombra del águila imperial,
condenándonos a muerte en el momento en que nos secuestráis.
Es el odi, gorrotoa, con xenreira, es el odio
Con tu gente, con sus voces, con su aliento y con sus gritos.
Es el odio, es el odio, es el odio, es nuestro odio